17 de octubre de 2013

Represión

Llorando besos de lascivia eterna
No te detesto, ni males te pienso
Sólo firmo sobre una sentencia
En la que leo mi dulce deseo

Tortuosos monólogos desabridos
Que muestran lo peor de nuestra suerte
Obligan a mantenernos abstenidos
En vida y en nuestra propia muerte

Represiones absurdas que en mis oídos resuenan
Todas ellas hechas de deseo, sexo y alma
Sólo te pido me traigas esa sensación que tanto llena
Que me traigan un poco de esa excitación que tanto calma

Quiero un poco de ese placer que tanto asfixia
Y que de emociones nuevas se tiñan las miradas
Que tanto dirijo al mundo, que demasiado desconfía
De pasión y sentimientos que nos dejan amordazadas.

Llegará el día en el que se vaya esta venda de los ojos
En el que deje de desear esa fantasía con ese fervor
Sólo quiero llegar a ese lugar, abrir todos los cerrojos

Y sin inhibición alguna… hacerte el amor.