22 de diciembre de 2011

Por amor

No me creía capaz de hacerlo, no podía concebir la idea en mi mente y mucho menos pensar en el poder de aquel sentimiento capaz de impulsar a mis acciones para realizar aquel acto del cual, a pesar de las consecuencias, no me arrepiento.

Eran esas consecuencias lo suficientemente nítidas como para que pudieran ser olvidadas, no solo se reflejaban en mi tez blanco papel, podía sentirlas en la lentitud de mi sangre, en mi entrecortada respiración, en mis agitados latidos y en el frío de mi cuerpo. Sin embargo mi alegría aumentaba cada vez más, en especial al ver esos ojos brillantes y pensar que formarán parte de esa cadena de recuerdos inolvidables.

Por más que llores, por más que maldigas y reclames al cielo lo recién acontecido, por más que intentes reanimar a este inerte corazón con palabras de angustia y dolor tendrás que afrontarlo con valor.

Por mi parte, dejo a este mundo con una sonrisa marcada en mi rostro; no por cobardía ni por esa vaga sensación de adrenalina después de lograr aquella meta añorada.

"¡Hagan algo, por favor hagan algo!" escuchaba a mi madre implorar a los médicos intentar hacer algo para que sobreviviera, pero mi destino ya estaba sellado desde el instante en el que sentí aquella dicha transformarse en aquella sonrisa indiscutible de amor, si, amor, eso fue lo que me orilló a salvar la vida de mi hermana. Mis signos vitales cada vez decaían más.

Antes sólo sentía que mi cuerpo empezaba a descansar, pero solo mi cuerpo. Ahora que he descubierto al sentimiento causante de toda esta conmoción, puedo dejar que mi espíritu vuele libre y deje de sufrir los tormentos de una vida vacía y terrenal como esta.

...Amor, es lo único que le da sentido a nuestra existencia. "¡No, no, no!" fue la última frase, acompañada de sollozos, que escuché decir a mi madre, lo último que sentí fue un beso en la frente por parte de mi hermanita después de un suave susurro rozar mi piel el cual decía entre lágrimas: "Descansa para siempre mi eterno salvador, te amo". Después de esa frase mi alegría aumentó a niveles indecibles y partí para siempre, no sin antes dejarle ver como mi nuevo ser en forma de espíritu emprendía su viaje a un nuevo mundo.

Hermana, perdón por no decirte antes que te amo.

[FIN]

2 comentarios:

  1. Belloooo, debo decir que este está mejor redactado que el que te revisé

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  2. Gracias, es que he practicado más desde que te envié ese documento ;)

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